Sunday, October 23, 2016

Israel debe esperar lo peor de Obama. ¿Por qué Obama le dice a Abbas que espere a después de las elecciones? - Jonathan Tobin - Commentary



Aparentemente, el último mensaje a la Autoridad Palestina de parte de la administración Obama no es muy diferente a los de las últimas dos décadas de política estadounidense: los EEUU vetarán cualquier resolución que ataque a Israel o exija la independencia palestina sin primero conseguir la paz con el Estado judío. Pero tal como informaba el Haaretz, hubo una advertencia significativa. Se les dijo a los palestinos que no presionaran por una resolución de ese tipo hasta después de las elecciones presidenciales americanas del próximo mes.

Un "alto funcionario palestino" que habló de este mensaje con el Haaretz, comentó que el líder de la AP Mahmoud Abbas "no tenía demasiadas ilusiones y tampoco tenía expectativas" de que los EEUU no vetarían cualquier resolución que presentaran. Tampoco pensaban que Washington pudiera tener algún plan propio. "Todo lo que sabemos es que tienen ideas". Pero el significado de esas "ideas" estaba en función del plazo enunciado por la administración Obama.

¿Si el presidente Obama no tiene planes que poner en marcha en sus últimos dos meses en el cargo que impliquen algún tipo de iniciativa diplomática en el Oriente Medio, y que representen un castigo a los israelíes y a su antagonista desde hace mucho tiempo, el primer ministro Benjamin Netanyahu, entonces por qué mencionar siquiera a los palestinos dicha advertencia? Si los EEUU pensaban mantener su política habitual hacia los israelíes, simplemente les dirían a los palestinos que no habría ningún cambio en la política estadounidense. Punto. A Mahmoud Abbas y a la AP se les recordaría que si en realidad tienen algún deseo de paz, o alguna esperanza de una futura independencia, deberían cumplir lo que se comprometieron a hacer en los Acuerdos de Oslo: negociaciones directas con los israelíes.

En sus ocho años en el cargo, el presidente Obama ha hecho todo lo posible para inclinar el campo del juego diplomático en la dirección de los palestinos. Pero si los palestinos hubieran negociado alguna vez seriamente con Israel, sabrían que podrían contar con Obama para respaldar sus posiciones y presionar a Netanyahu sin piedad. Pero a pesar de que el presidente Obama ha martilleado a los israelíes y les ha exigido que acepten las fronteras de 1967 como punto de partida para las negociaciones, los palestinos nunca han querido jugar el juego de Obama. En cambio, han pasado la mayor parte de estos años negándose a hablar y negociar. Han torpedeado las negociaciones, y la única vez que se dignaron realizaron un pacto con Hamas y trataron de utilizar a los estadounidenses para ir a las Naciones Unidas.

Sin embargo, nada que los palestinos hayan hecho ha sido suficiente para que Obama reconsiderara la suposición errónea que llevó hasta la Casa Blanca en enero de 2009. Obama todavía piensa que una relación a luz del día (públicamente crítica) entre los EEUU e Israel es el mejor camino hacia la paz, o por lo menos, es la postura que refleja sus inclinaciones personales. Es por eso que todavía está coqueteando con la idea de usar el período postrero, entre la elección presidencial y la toma de posesión de su sucesor, para presentar algún tipo de plan para presionar a Israel, o incluso yendo tan lejos como traicionar al Estado judío en la ONU permitiendo una resolución pro-palestina que pase sin el veto estadounidense. A principios de este mes, el secretaria de Estado Kerry le dijo a Netanyahu que la administración americana no tenía tomada una decisión. Ahora les ha dicho a los palestinos que detengan su fuego hasta el 9 de noviembre.

No hay que ser ningún teórico de la conspiración para conectar los puntos y darse cuenta que hay una excelente posibilidad de que Obama finalmente cumpla su amenaza a Israel. El presidente puede hacer un gesto antes de salir de la oficina presidencial, lo que dañaría gravemente la alianza EEUU-Israel de una manera que incluso un presidente menos hostil no sería capaz de deshacer por completo.

Pedir a los palestinos que esperen hasta después de las elecciones presidenciales, implica que Obama sabe perfectamente que cualquier movimiento en contra de Israel dañaría a Hillary Clinton. Pero con sólo 18 días hasta la elección presidencial, los amigos de Israel, tanto republicanos como demócratas, tienen la necesidad de utilizar este tiempo para hablar en contra de cualquier traición de último minuto a Israel.

Una vez que Clinton haya derrotado a Donald Trump, Obama cree que finalmente será liberado de las restricciones políticas. Salvo una posición firme por parte de Clinton en la que le diga a Obama que de marcha atrás, Israel debe esperarse lo peor de Obama.

Labels: ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home