Tuesday, August 16, 2016

¿Se puede ser judío y liberal? La evidencia dice que no es tan fácil - Shmuel Rosner



¿Qué clase de pregunta es esta? Por supuesto que se puede ser judío y liberal. Millones de judíos americanos lo demuestran cada día de sus vidas. Ellos son - los judíos estadounidenses - el grupo más liberal de América. Y son... bueno, judíos estadounidenses. Es decir: judíos.

Y, sin embargo, la cuestión está ahí. La evidencia hace que sea necesaria. Los números hacen que sea real. No real en el sentido de que sea imposible ser judío y liberal, sino real en el sentido de que la combinación de judío y liberal aparentemente presenta un desafío único para aquellos que nos preocupamos por el futuro judío. Los números tienen este molesto hábito de forzar una realidad incómoda para nosotros. Los números reunidos por el profesor Steven Cohen a menudo nos han obligado a mirar esa inconveniente realidad en los últimos años, y sospecho que su reciente colección podría hacerlo de nuevo.

Cohen presentó estas cifras en un discurso en el último NRJE (Red para la Investigación en la Educación Judía), la conferencia anual del mes pasado. Él abrió su presentación compartiendo el titular de que los judíos de América son "muy liberales". Su lectura alternativa está redactada como sigue: "¿Ser liberal supone estar en conflicto con un compromiso judío? (Seguro)".

Seguro. Conflicto. Estas son palabras fuertes que seguramente justifican la pregunta "¿Se puede ser judío y liberal?". Palabras fuertes respaldadas por pruebas. Los judíos americanos son "desproporcionadamente liberales, en términos de autodefinición", nos dice Cohen y nos lo demuestra: un 51% de ellos son "liberales" o "muy liberales". Son también "seculares en términos de sus creencias religiosas y en su participación (comunitaria). Son tan religiosos como los cristianos sin iglesia".

Todos estos datos se basan en un análisis más detallado de las cifras presentadas en el informe del PEW del 2013 sobre la comunidad judía estadounidense. El 56% de los judíos de la Reforma son liberales, y el 18% de ellos "muy liberales".

El el 28% de los denominados "otros judíos" - judíos sin ninguna denominación religiosa - son "muy liberales" . Los jóvenes judíos son aún más "muy liberales". Este "liberalismo de los judíos", nos dice Cohen, "no va a desaparecer muy pronto".

¿Y qué?

Cuanto más liberales son, menos tendencia tienen a ser activos "judíos". El nivel del liberalismo es alto entre los que crían niños no judíos "o que están casadas con no judíos". Los judíos liberales (progresistas) se sienten menos responsables de los otros judíos. Tienen un menor sentido de pertenencia al pueblo judío. Sólo un tercio de los "muy liberales" (34%) considera que "ser judío es muy importante", en comparación con el 54% de "los judíos no ortodoxos que se posicionan en el centro y la derecha". Los "muy liberales" no pertenecen a las sinagogas (18%), tienen menos amigos judíos y tienden menos que los demás a ayunar en Yom Kipur o encender las velas de Shabat. Su apego a Israel es notablemente inferior que en el caso de los judíos menos liberales.

Es decir, en todo todo el tablero - sentimientos, actividades, tradiciones y afiliaciones - los judíos liberales o progresistas muestran un menor nivel de compromiso. La correlación entre liberalismo y desconexión es "modesta" cuando se trata de los "sentimientos" (el sentimiento de ser responsable de los judíos en estado de necesidad, de tener un cierto sentido de pertenencia al pueblo judío, ahí el sentimiento de ser judío llega a ser muy importante). Es "fuerte" cuando se trata de un "compromiso religioso" (siendo muy importantes el hogar Kosher, las velas de Shabat, la asistencia a los servicios mensualmente). También es "fuerte" cuando se trata del "apego a Israel" (Israel es esencial para ser judío, estando muy unido a Israel). En otras palabras: los judíos liberales se "sienten moderadamente apasionados" de ser judíos; pero ellos no aprecian la religión y no aprecian a Israel, y sobre todo no aprecian las opiniones vde línea dura en Israel.

Si usted es un judío razonablemente curioso - si ha tenido la oportunidad de reunirse con judíos y hablar con ellos en los Estados Unidos -, si usted no acaba de regresar de una misión a Marte, nada de esto debería ser una gran sorpresa para usted. Asumo que los números no fueron una gran sorpresa para el profesor Cohen cuando integró los datos y lo analizó. Seguramente él es suficientemente curioso, ha hablado con muchos judíos (probablemente con demasiados para su propio bien), y todavía está esperando su turno para ir a Marte. Cohen lo que hace con los números no es desenterrar una sorprendente revelación, que es tratar de forzar una conversación sobre una realidad desagradable, una realidad sobre la cual a los judíos estadounidenses no les gusta discutir.

¿Por qué es tan difícil discutir seriamente sobre estos números y esta realidad? Es simple: porque muchas veces los judíos liberales tienden a valorar su "liberalismo" más de lo que valoran su "judeidad" (esto lo digo yo, y no sé si Cohen estaría de acuerdo.). Si los números cuentan una historia en la que uno se entera que el liberalismo y el judaísmo no pueden ir de la mano, significa que los liberales elegirán el liberalismo. Por lo que la política obvia de los líderes y las instituciones judías es evitar esta aparente contradicción, ocultarla durante tanto tiempo como sea posible y por lo tanto no forzar la elección cada vez mayor entre los judíos liberales.

Es bueno no forzar esta elección entre los judíos liberales porque es una opción falsa (algo similar a la que a menudo se comenta sobre Israel, elegir entre judeidad y democracía). Es bueno no forzar esta falsa elección, pero no es bueno no hablar de estos verdaderos números. Estos números tienen un significado. Tienen implicaciones, y estas consecuencias podrían ser de tres tipos:
1.- El judaísmo y el liberalismo no pueden ir de la mano, y debemos entender que algunos judíos estadounidenses se hayan perdido para nosotros, que nos consideramos judíos. 
2.- Existe la necesidad de lograr que los judíos sean ligeramente menos liberales, al menos cuando se trata de esa clase de liberalismo que les dificulta ser activamente judíos. 
3.- Existe la necesidad de conseguir que el judaísmo americano sea más adaptable a las prioridades del liberalismo americano
Con toda probabilidad, para tener éxito en una empresa cuyo objetivo es reforzar el carácter judío activo de los judíos liberales estadounidenses, tendrá que haber una combinación de los dos puntos 2 y 3 (es decir, si usted no acepta el punto 1). Pero la receta exacta no será fácil, ya que los números - mientras nos cuentan una historia - no revelan su fuente. Como Cohen enmarca: "¿Qué tiene ser liberal que hace volverse "menos judío"?

En otras palabras: es tan difícil que es mejor explicarlo con cierta brusquedad: como regla general, los judíos liberales americanos parecen ser menos judíos. Es nuestro trabajo entender por qué y es nuestro deber entender si este fenómeno puede ser alterado.

Las cifras se basan en el PEW del 2013, y se refieren a los judíos no ortodoxos. Los judíos ortodoxos, que son los que más crecen y a un gran ritmo, son un mundo muy diferente.

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